Pero no sólo realizó esa maniobra impertinente. Cuando se percató de su error, realizó una serie de maniobras para tratar de regresar al sentido correcto en las que demostró su total impericia al volante.
Conduciendo marcha atrás, casi destruye su auto contra una columna de cemento. Cuando logró salvar ese escollo, se cruzó de carril, dejando paralizada la autopista por completo.
Finalmente, tras varias más maniobras frustradas, logró subirse al bulevar que separaba ambas manos y retornar a la dirección correcta.
Los dos minutos de maniobras, que milagrosamente terminaron sin accidentes ni heridos, ocurrieron en 2013 pero recién salieron a la luz en los últimos días, cuando otra conductora que venía de frente difundió las imágenes que grabó desde su automóvil. (INFOBAE)
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