Esta tecnología, que es de lo más coll, se ve plasmada en el desarrollo de dispositivos y algoritmos que se utilizan para entender lo que ocurre en el cerebro del conductor.
El producto con el cual se mostró las posibilidades de esta tecnología es una suerte de vincha o gorro conectado que, al integrar la tecnología B2V, puede leer los pensamientos del conductor en tiempo real.
Se busca decodificar la corteza motora del cerebro, que es la zona donde se planifican, controlan y ejecutan las funciones motoras voluntarias, para así predecir los movimientos con unas milésimas de anticipación.
El sistema identifica si el conductor quiere doblar, acelerar o disminuir la velocidad y en función de eso, el vehículo se anticipa y su sistema se prepara para responder, de la mejor manera posible, a esas acciones. En este sentido se busca lograr una experiencia de conducción más segura, efectiva y placentera.
Esta innovación también se puede aplicar a los vehículos autónomos, ya que el dispositivo también podría identificar si el usuario está incómodo y así ajustar el sistema de conducción según corresponda.
La autonomía y conectividad son los aspectos sobre los que más están avanzando los vehículos en la actualidad. Y estas características, cada vez más, están presentes tanto en los vehículos autónomos como en los manuales. (Infobae)
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