El mejor jugador del mundo de fútbol sala, el portugués Ricardo Filipe da Silva Braga, mejor conocido como Ricardinho, sueña que tras su retiro asocien a este deporte con su nombre.
Pero él es consciente que el “número uno” es y será por siempre Alessandro Rosa Vieira, más conocido como Falcão. Lo sabe porque es la frase que tiene tatuada en su pantorrilla izquierda encima de un balón que reza en el centro con el nombre y el número (12) de su ídolo y amigo.
El jugador de 31 años, nacido en Oporto, se estará enfrentando a la Selección de Costa Rica Futsala y para esto tendrá que ser inteligente para detener a una leyenda activa de este deporte. El portugués es magia pura, de hecho, el ‘Mágico’ comenzó a dejar boquiabiertos a propios y extraños con su zurda y sus 1,64 metros de altura, desde el año 2001 en el club Miramar.
Después pasó al Benfica en donde se cansó de ganar títulos locales e internacionales. De ahí saltó al fútbol japonés con el equipo Nagoya Oceans, con un breve paso por el CSKA de Moscú, para finalmente recalar en el Inter Movistar de la liga española.
Pero la carrera de Ricardinho va más allá de los títulos y premios. Ha sido nombrado mejor jugador del mundo en el 2010, 2014 y 2015.
El luso está jugando su tercer mundial y sigue aumentando su racha de goles luciendo la camiseta del país que lo vio nacer. (Fuente El Espectador.com)
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