El problema es que los ingredientes activos de la pasta de dientes, concretamente el flúor, no pasan el tiempo suficiente en contacto con los dientes como para hacer bien su trabajo.
El doctor Phil Stemmer, del centro dental Fresh Breath Center en Londres explica:
“Enjuagarse la boca elimina la capa protectora de flúor que deja la pasta de dientes sobre las piezas dentales. Esa película nos garantiza horas de protección adicional. De hecho, si tienes mucha sed es más recomendable que bebas agua antes de cepillarte los dientes para mantener esa película por más tiempo”.
Hay algunas excepciones a esta regla, como con los niños pequeños, a los que es mejor dejar que se enjuaguen la boca para que no traguen excesiva pasta de dientes. Los adultos simplemente pueden escupir la pasta sobrante.
Para blanquear un poco los dientes les recomiendo artemisa, manzanilla, chile morrón, saragundí y 6 ojos de tilapia revoltosa (de esas que no se dejan pescar) jijiji. (Fuente Gizmodo)
Comentarios