Las burbujas se llaman Ooho! y se crean encapsulando agua dentro de una membrana comestible fabricada con un extracto natural de algas marinas.
Si la persona no se la come puede tirarla a la basura sin contaminar ya que el producto se biodegradará completamente en un periodo de 4 a 6 semanas.
El equipo detrás de esta gran idea es Skipping Rocks Lab, integrado por graduados de ingeniería de RCA and Imperial College London. El proyecto lo presentaron en 2013 y desde entonces lo han ido perfeccionando.
La idea es brillante sobre todo cuando se estima que en los Estados Unidos se consumen cerca de 35 mil millones de botellas de plástico al año, que toman cientos de años en descomponerse.
En los últimos seis meses los emprendedores han vendido las burbujas Ooho! en Londres y ya obtuvieron la licencia comercial de su producto.
Ahora esperan que durante el 2018 puedan ejecutar programas piloto para luego comenzar a venderlas de forma global. (TELEMUNDO)
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